Marcha «La Madrugá»(BM)

Marcha «La Madrugá»(BM):
La Madrugá es una de las grandes obras de el maestro onubense Abel Moreno.Este la compuso en el año 1987 y está dedicada a todas las hermandades de la Madrugá sevillana,llegando llegando incluso a ser la marcha que define la Madrugá en la Semana Santa.Es importante no confundir esta marcha con la marcha«Mi Madrugá» que es una marcha de cornetas y tambores ya que  en cambio,la marcha«La Madrugá» es una marcha de banda de música.
Esta marcha destaca por los constrastes musicales y es debido a los temas que usa Abel Moreno para definir el carácter de las hermandades sevillanas en la Madrugá(6 en total).
Esta marcha tiene la mención especial de de haber sido el telón sonoro de la parte final de la película Alatriste. 
Es una gran composición musical cofrade que además al igual que las otras marchas de Abel Moreno revolucionó este mundillo cofrade y acabó siendo del agrado de la gente.Por lo tanto vamos a hablar un poquito sobre esta marcha que lo merece:


La marcha está catalogada como un poema sinfónico, en el que se hace un relato de lo que acontece en la noche más esperada por los amantes de la Semana Santa, la Madrugá sevillana. En la obra se ha plasmado el carácter de las cofradías que realizan estación de penitencia en tan señalada noche. Desde el comienzo de la misma, tambores templados, la entrada de los saxos con esas cuatro notas descendentes, desnudas, desafiantes y amargas hacen presagiar el final trágico de la muerte de Jesús en la cruz.
Llegamos a los 40 segundos, en el que comienza el fragmento dedicado a la hermandad de Jesús Nazareno del Silencio en forma de Padrenuestro musical que el autor tenia compuesto con anterioridad. El rumor de las campanas que llaman a la oración, representan la mejor forma posible de mencionar a la Cofradía en su salida, la misma que algunos historiadores mantienen como la más antigua de Sevilla, aunque en la realidad no existe documentación acreditada que justifique esta tesis.
A partir del minuto 1.44 segundos, comienza el fragmento dedicado a Jesús Nazareno del Gran Poder, Señor de Sevilla, a su paso por la calle que lleva su nombre, cuando la voz del silencio irrumpe en la Santa Madrugá para acariciar los corazones de los fieles. Habla la respiración contenida, la gélida noche  y el rumor de la brisa. El saxo alto es el que da la introducción para posteriormente la banda al completo le acompañe en la reposición completa del tema.
Llegamos al instante en el que la composición comienza a tener ritmo de marcha procesional. A partir del minuto 3.05 segundos, comienza el fragmento dedicado al crucificado de la Hermandad del Calvario. Con dulce y suave melodía el autor intenta plasmar musicalmente la salida de la cofradía desde la céntrica iglesia de la Magdalena. Conforme viene interpretándose la marcha se percibe lo que el compositor llama una "cadencia rota", punto de transición entre las tres cofradías de ruan de la madrugá, Silencio, Gran Poder y Calvario, y las tres de capa, Macarena, Esperanza de Triana y los Gitanos.
Tras este contrapunto que sucede en la Madrugá de Sevilla cuando llega el ecuador de la noche, comienza la que quizás sea la parte más emotiva y melódica de la marcha. A partir del minuto 4.36 segundos, aparecen en escena y manteniendo una conversación las dos Esperanzas de Sevilla, Macarena (clarinete), y la Esperanza de Triana (saxo alto) que le contesta a partir del minuto 4.46 segundos. Tras el dialogo entre las advocaciones que más fervor aglutinan en la Madrugá, toda la banda se une a la conversación de las Esperanzas.
El minuto 5:55 segundos, se reexpone el tema del Silencio con sonido de campanas, anunciando antes de que llegue el amanecer que la Hermandad de los Nazarenos de Sevilla vuelve a su templo, así como el resto de hermandades de negro que dan paso a las de barrio.
Llegamos al momento del amanecer. En el minuto 6.32 segundos, la banda se divide en tres. Una parte recupera los fragmentos de la Macarena y la otra la respuesta de la Esperanza de Triana, simbolizando sus alegres vueltas a su barrio junto a los fieles que les acompañan a la luz de la mañana del Viernes Santo. A su vez, la tercera parte de la banda interpreta el fragmento dedicado a la última Hermandad de la Madrugá, la Cofradía de los Gitanos. En el minuto 6.43 segundos, representado acertadamente en las trompetas, se simboliza la llegada de un nuevo día, el adiós al frio de la noche y la esperanza por el anuncio de la resurrección.

Llega el final. En el minuto 7.16 segundos, tiene lugar la apoteosis musical de la marcha con el sonido de tres notas finales sobre redoble de timbales llenos de sensibilidad y representando el cierre de las puertas del templo, dando así por terminada la noche de los sueños y la que muchos llevan esperando todo un año. Hasta aquí nuestro particular reconocimiento al Maestro Abel Moreno por regalarnos piezas de calibre procesional inalcanzable como “La Madrugá”. Os dejamos un enlace de la misma para que podáis comprobar nuestro estudio minucioso.
Y aquí termina la historia de la marcha La Madrugá.Espero les haya gustado y que ahora les sirva para la próxima vez que la escuchéis.

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